sábado, 17 de mayo de 2014

¿Que significa ser un buen cristiano?


Hoy quiero y los invito a reflexionar sobre el significado de decir que somos cristianos. Pues bien, en principio es cristiano aquel que cree y sigue a Cristo Jesús en su palabra, pero eso no puede quedar en esa expresión tan simple, tan sencilla,  ya que muchos sabemos reconocer en cristo a el hijo de Dios y decir que sí creemos en él, ¿pero realmente,  esa es una verdad verdadera?, ¿podemos decir que tenemos a Cristo como Señor y centro de nuestra vida?  

Yo,  hoy manifiesto ampliamente que creo en Cristo,  el hijo del Dios Supremo. Lo veo presente en mí,  en las grandezas que ha manifestado en mi vida, en el amor que él siente por mí, porque en muchas oportunidades he sentido y he visto que ha hecho grandes obras por mí. Que no estoy sola y que en los momentos más difíciles él está ayudándome,  para que pueda superar cualquier problema y  es por eso que cada día trato de ser una buena cristiana, acercarme más a Cristo.

Como cristiana,  es mi deber llevar el mensaje de Dios al mundo, en todas las formas posibles. Que la persona que lea estas páginas, pueda sentir que Dios lo está invitando a dejarlo entrar en su vida, él siempre está allí esperando por nosotros, solo necesita que aceptemos que él existe y nos dejemos guiar por el camino que él nos quiere llevar,  para cumplir la misión y el servicio que él necesita de nosotros.    

Pero en realidad, ¿qué significa ser un buen cristiano? Para entender y descifrar esta pregunta, demos reconocer desde el  corazón,  que su palabra está viva en la Santa Biblia,  que él vino a darnos un mensaje de amor del Dios Supremo y que por amor dejó que lo crucificaran en la cruz del calvario. Dejar de pensar que ser cristiano es solamente estar activo en una religión y criticar lo que este o aquel hace. Las religiones solo sirven para congregar a personas que tienen una determinada creencia, podemos decir que una religión es: “una actividad humana que suele abarcar creencias y prácticas sobre cuestiones de tipo existencial, moral y sobrenatural. Hay religiones que están organizadas de formas más o menos precisas, mientras que otras carecen de estructura formal; unas y otras pueden estar más o menos integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.” Eso no es lo más importante, lo realmente importante es cumplir con la palabra de Dios, con sus mandamientos y alabar a Dios y a su hijo Jesucristo con el corazón y con la mente. Él  es único así como Dios su padre, también es único y omnipotente.

Con esto quiero decir, que si queremos seguir a Cristo, lo podemos hacer desde cualquiera de las religiones que conocemos, en aquella donde nos sintamos bien identificados, teniendo como centro el amor a Dios por sobre todas las cosas, como lo dicen los mandamientos. En mi caso, yo profeso la religión católica y creo que fue la primera institución creada por el hombre para la alabanza a Dios y rendirle culto, pero de ella surgen otras iglesias divididas o separadas de la Iglesia primitiva y siempre que cumplan con lo que nuestro Señor dejó escrito en la Biblia, creo que él lo considera bueno y es agradable a Dios nuestro Padre.

Mateo 22:37 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

En este primer mandamiento están presentes todos los mandamientos de la Ley de Dios, ya que si no amas a Dios y no lo asumes como centro de tu vida, no tendrás fuerzas para alejarte del pecado, si no hay amor en tu corazón no podrás cumplir los otros  mandamientos ya que siempre estarás bajo tentaciones de la carne, tentaciones humanas. Es por eso que podemos decir que si tenemos a Dios en nuestro corazón, en nuestra mente y amamos al prójimo como a sí mismo, ya estamos en el camino de Cristo. Ese es el gran secreto para ser felices y para llevar una vida cristiana.     

 Ahora bien,  siguiendo en la búsqueda de una  respuesta a lo que significa ser un buen cristiano, partamos de  su palabra a ver que nos dice:

"Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre, sino por mí." Juan 14:6

Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su corazón." Juan 7:37-38

En estos dos versículos de la Biblia, Jesús nos indica que sólo a través de él se puede ir al Padre y que solamente él puede calmar la sed de nuestro corazón y que si en él creemos correrán ríos de agua viva de  nuestro ser. Que hermosas palabras nos deja el Buen Pastos para reflexionar:  Él es el camino,  lo que indica que si buscas la salvación solo la conseguirás a través de  su palabra, esto es hacer lo que él quiere que hagas, nuestra vida debe estar en las manos y al servicio del Dios Padre, no creernos pequeños dioses que tenemos el poder de hacer con nuestras vida lo que se nos dé la gana, es por eso,  que andamos perdidos, en tinieblas al estar alejados de él ya que Jesús  es la luz del mundo. Pues bien,  hagamos siempre la voluntad de Dios no la nuestra. Él es  la verdad, está muy claro que él es el hijo de Dios, el salvador, el cristo tan anunciado por los profetas, tan esperado por la población que vivía la esclavitud en el pueblo de  Israel. Sus palabras solo reflejan la voluntad del Padre que está en los Cielos ya que Dios lo envió para darnos la buena nueva, la salvación y la vida eterna. Él  es la vida, para mí entender, Jesús  nos muestra que él es el único que puede dar la verdadera vida, la vida eterna, la vida de salvación, la vida de santidad. Sólo en él podemos encontrar la tan anhelada felicidad ya que él vino a darnos vida pero vida en abundancia. Dijo el Señor Jesucristo en Juan 10:10: "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir, yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia” Con esto Jesús nos invita a seguirle para poder tener acceso a esa vida a plenitud, que solo nuestro padre Dios puede darnos. No busquemos el reino en la acumulación de riquezas terrenales, busquemos el reino en la palabra y vida de Jesús.

Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, él nos muestra el camino para calmar nuestras ansias, para encontrar en él el descanso, el consuelo, la protección, la vida.  Debemos beber de esa agua viva que calma la sed, Juan 4, 13-14” Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para la viva eterna.”

Hermanos, como pueden ver, ser cristiano es seguir a cristo en su palabra, reflejar el amor que él nos enseñó y que siente por nosotros. Ser testimonio fiel de que gracias a él todo lo podemos lograr y sin él somos nada. Ser cristianos es amar al prójimo como a ti mismo, ver en cada hermano, en cada corazón necesitado de amor y misericordia, el amor de Dios, la misericordia de Dios. Dejemos que nuestras manos manifiesten el amor de cristo, que nuestra boca hable sobre el amor de Dios y de su hijo Jesús, que nuestros pies lleven la palabra de Jesús a los más necesitados. Solo de esa forma podremos decir que somos buenos cristianos, busquemos siempre la santidad y el amor de Dios en la Santísima Biblia y que nuestras acciones hablen por nosotros de lo que significa ser verdaderos cristianos. No es un camino fácil pero solo Dios, su hijo Jesús y el espíritu santo pueden darnos la fortaleza que necesitamos para alejarnos del pecado, entrar en el camino de la conversión y del amor.  

viernes, 2 de mayo de 2014

Bendecir es contar con un superpoder...

¿ESTÁS UTILIZANDO TU SÚPER PODER?


¿Sabes realmente lo que significa bendecir? La Real Academia de la Lengua Española dice: 1. Alabar, engrandecer, ensalzar. 2. Dicho de la providencia: colmar de bienes a alguien, hacerlo prosperar. 3.Invocar a favor de alguien o de algo la bendición divina. Y la palabra bendición deriva del arameo TUBA que significa bien, beatitud, bienaventuranza, dicha. Resumiendo, diríamos que bendecir significa traer el bien a una persona o circunstancia. Por mucho tiempo, me pregunté si nosotros, los humanos, podíamos bendecir o si era una facultad exclusiva de Dios, hasta que hallé la respuesta en 1 Ped. 3:9. Ahora, analicemos un poco más este gran tema.
1. LA BENDICIÓN CAMBIA LAS CIRCUNSTANCIAS: Jacob y Esaú se disputaron entre sí, la bendición de su padre Isaac porque sabían que la bendición dada por el vaso escogido por Dios traía los resultados esperados. Y, en efecto, fue Jacob quien recibió las bendiciones correspondientes al primogénito. Si la bendición no diera resultado, Dios no nos habría dicho:

bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis


(Luc. 6:28). Esa es una orden de Dios y Él solo nos da mandatos para nuestro beneficio.
Es decir, podemos bendecir o ser una bendición para otros pero, en realidad, es Dios la fuente de toda bendición (2 Cor. 1:3-4 y 2 Sam. 6:18). Dios siempre está atento a las bendiciones que declaramos, razón por la cual, debemos siempre bendecir a nuestros seres queridos y circunstancias para que el mismo Dios desate su poder de bendición.
2. CUANDO BENDECIMOS, NOS VOLVEMOS INMEDIATAMENTE APT@S PARA RECIBIR BENDICIONES: 1 Ped. 3:9 nos dice claramente:

no pagando a nadie mal por mal ni maldición por maldición, sino más bien, bendigan porque para esto han sido llamados, para que hereden bendición.


Por ejemplo, si bendecimos a un país, parte de esas bendiciones nos tocará. En Gén. 12.1-3, Dios le dijo a Abraham algo como esto:

vete a la tierra que te mostraré y haré de ti una nación grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren y maldeciré a los que te maldijeren; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.


Y vemos a través de la historia, cómo los países que desafiaron a la nación judía han sido maldecidos o destruidos: el imperio persa, babilónico, egipcio, romano, los alemanes nazis. En cambio, por milenios, la nación judía permanece vigente.
Bendigamos también a las personas. Lamentablemente, al parecer es parte de la naturaleza humana maldecir o criticar a aquellos que tienen éxito o alcanzaron un logro en la vida ya sea por celos,  envidia o insania mental. Pero, las Escrituras son precisas al decirnos que Dios nos maldecirá si maldecimos a los demás (1 Ped. 3:10), así que no nos expongamos tontamente a la ira de Dios; por el contrario, si vemos a alguien bendecido por el poder de Dios, sigámosla bendiciendo, de ese modo, su bendición también nos alcanzará. Ojo, esta es una promesa de Dios y sus promesas aún hoy, siguen vigentes.
Igualmente, bendigamos a nuestras circunstancias aun cuando estas nos sean adversas y sigamos bendiciéndolas hasta que estas cambien. Acuérdate de lo que acabamos de aprender: si maldecimos a alguien o algo, ese alguien o algo nos maldecirá pero, si bendecimos, también recibiremos bendición. El Pastor Yonggi Cho cuenta que su hermano que está metido en el negocio de venta de telas, bendice las telas cuando parece que no se venden. Y al bendecirlas, las telas se venden más rápidamente. Yonggi Cho se reía de su hermano pero, con el tiempo, supo que era una verdad bíblica. Y es que al bendecir las circunstancias adversas, el poder de Dios obra y las circunstancias cambian.
3. BENDIGAMOS A NUESTRO DIOS: ¿podemos bendecir nosotr@s a Dios? Claro que sí por medio de la alabanza, adoración y acción de gracias como respuesta a las bendiciones recibidas de Dios (Sal. 103:1 - 5, Luc. 1:18, 1 Rey. 10:9, Gén. 24:48). Es voluntad de Dios que le reconozcamos como fuente de toda bendición y le agradezcamos. Por ejemplo, los cristianos enfermos deberían bendecir el poder sanador de Dios e inmediatamente ese poder se manifestaría sobre sus cuerpos.
No es difícil bendecir con palabras pero, debemos bendecir con honestidad del alma. Así que empecemos bendiciendo al mismísimo Dios por habernos dado el súper poder de poder bendecir.